No hay que ser un genio para ver que el tiro les salió por
la culata a la Autoridad a la hora de traer a Batista. Los Booooooooooooootistas
–en forma de abucheos- que vienen del público confirman que no era la forma que
el universo de la WWE quería ver de regreso a Batista.
Todos saben que en Wrestlemania,
sí o sí, al público le gusta ver una lucha que tenga una gran Storyline (y si es por el
campeonato de la empresa, con mayor razón) que logre polarizar al respetable en
dos bandos, y todos sabemos que las Storylines que logran eso son aquellas que
tienen meses escribiéndose. Una buena Storyline es como prender y ver como
explota una bomba con mecha larga: la espera de ver como se consume cada vez
más esa mecha para que la bomba termine explotando,
hace que el público se emocione cada vez
más por ver explotar la bomba. Y el evento estelar de este Wrestlemania 30
(entre batista y Randy Orton) no tiene nada de esto y, por ende, no tendrá nada
de estelar cuando llegue.
Un buen
evento estelar con una gran Storyline, de por medio, en Wrestlemania 30,
hubiera sido ver un Cm punk vs Randy Orton o un Daniel Bryan vs Randy Orton, ya
que ambos (Punk y Bryan) se la tienen jurada a la Autoridad (y hoy por hoy,
Orton representa a la Autoridad en el ring). Cualquiera de estas dos luchas
hubiera hecho que el público arda de emoción y coree el nombre de su favorito,
pero lo más seguro es que en Wrestlemania 30, entre Batista y Orton, el público
coree el nombre de un tercero (“CM
Punk, CM Punk, CM Punk...”), y
la única manera de neutralizar esos cánticos de ese tercero, por parte del público,
es añadir un nombre más a esa lucha estelar entre Batista y Orton, y
convertirla así en una triple amenaza, y el nombre a sumar es el de Daniel Bryan
–le duela a quien le duela-. Si la Autoridad no hace esto, la lucha estelar
entre Batista y Orton no tendrá nada de
estelar (si no le añaden algo más), y para rematar, en esa lucha se oirán incesables: “CM Punk, CM Punk,
CM Punk...”.
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