En esta era de la WWE, lo que abundan son las palabras, y el
golpe está en etapa de extinción. La foto que cuelgo es prueba de ello.
Uno ya no sabe si la wwe forma luchadores o oradores. Uno ya
no sabe que esperar si dos o más luchadores suben al ring, si hablarán o se
darán a golpe limpio. Uno ya no sabe si el que sube al ring es un luchador o un
anunciador, ya que el micrófono se ha convertido también en una herramienta de
trabajo para la superstar.
¡Por fin! ¿Cómo es? ¿El ring es para luchar o para hablar?
Para Jhon Cena, CM PunK, Mizz, Jericho... (y demas) el subir al ring y pisar
lona se ha vuelto una costumbre, ya no para luchar sino para parlotear. Que yo
soy el mejor del mundo... no, que yo soy mejor que tú... que yo soy esto y tú
esto y bla bla bla... Por lo general así son y terminan todos los encares.
No está mal que lo hagan, porque a fin de cuentas una
palabra puede doler más que un golpe y así preparar y calentar el ambiente para
el feudo. Pero ¡ojo!, "vale culantro pero no tanto". El exceso de
palabras en el que caen las super estrellas de la wwe, no se a ustedes pero a
mí ya me comenzó aburrir, y lo peor de todo es que cuando llega el día del
evento, el día del encuentro en el que las superstar tienen que demostrar y
justificar con golpes todo lo hablado,
nos dan una lucha mediocre. Ejemplos sobran, se acuerdan del vs entre Daniel
Bryan y Sheimus, sí, ese encuentro en el que en tiempo record Sheimus le
arrebato el World Hevyweight Champions a Daniel Bryan (si mal no recuerdo, fue
en un Wrestlemania).
La mejor frase que describe lo que es una superstar de la
WWE, hoy por hoy, es: "Mucho ruido y pocas nueces". Mucho bla bla bla
para el resultado final que nos dan: Un pobre espectáculo y, una lucha trucha
(falsa) pobre y mediocre.
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